26 de junio de 2014
NEUQUéN
Ley de hidrocarburos: El petróleo tenso la cuerda
Neuquén defiende a su estatal petrolera, y varios de los diputados la emprenden contra el titular de YPF, Miguel Galuccio. Firme defensa de la potestad y del sistema de carry en la Provincia
Si algo se aseguró el borrador de las reformas a la Ley de Hidrocarburos que la Nación les entregó hace ya varios días a los gobernadores, fue el rechazo. Sobre todo el de Neuquén, donde Jorge Sapag se mostró decididamente firme en la defensa de los derechos provinciales.
“Si se mantiene en esta postura va a contar con todo mi apoyo”, respaldó desde el municipio capitalino el intendente Horacio Quiroga, uno de sus históricos adversarios políticos. Al tiempo que la Legislatura aprobó una declaración de respaldo, que no fue acompañada por kirchnerismo vernáculo. Así quedaron posicionados los actores.
El borrador de Nación que básicamente aspiraba a congelar las regalías y avanzaba contra las empresas provinciales, tuvo como respuesta una contrapropuesta de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi), que ahora se encuentra en análisis, de cara a lo que debería ser el tercer boceto.
No es mucho lo que hasta el cierre de esta edición había trascendido del borrador de la Ofephi. Sólo que propone incentivos fiscales; cambios en los gravámenes a la importación de bienes de capital, repuestos e insumos; y mejoras en las regalías, que hoy tienen un techo del 12%.
También que las provincias presentaron un régimen federal de inversiones y que se cuidaron de no mencionar a las empresas provinciales. Precisamente Neuquén es la que plantó bandera en defensa del carry, metodología con la que su estatal GyP se asocia a las compañías que exploran y extraen los hidrocarburos.
Por lo general, se asocia con un 10% que no invierte de entrada pero que salda en la etapa de explotación, derecho que -afirman- le asiste, en virtud de que las provincias son las que ejercen el ejercicio del dominio originario y la administración de los yacimientos.
Bajo las entrañas de Neuquén se encuentra la formación Vaca Muerta, estrella de los no convencionales y pieza clave en la mentada búsqueda del autoabastecimiento energético. Y hete aquí un hecho no menor que ayuda a comprender el fastidio neuquino: fue el propio Sapag el que insistió hasta el hartazgo para convencer a Balcarce 50 de las potencialidades de esta joya. Y ahora la avanzada.
Cabecera de playa
El abanderado de la avanzada contra las petroleras provinciales es el CEO de YPF, Miguel Galuccio, quien pretende desterrar al carry. De hecho su gerente de Relaciones Institucionales, Gonzalo López Nardone ha dicho aquí, en Neuquén, que YPF no quiere “ningún tipo de privilegios” y que ese sistema complica el negocio que intentan cerrar con la malaya Petronas, en el área La Amarga Chica.
¿Qué dijo López Nardone de la contrapropuesta? Que contiene “algunas sugerencias positivas”, que “habrá que llegar a alguna articulación en común” y que “el compromiso tiene que venir de ambas partes”.
Se esperan nuevas reuniones en las que se escribirán nuevos capítulos. Por lo pronto, el oficialismo neuquino cerró filas.
“¡Nos quieren sacar”! alertó el diputado provincial por el MPN, Luis Sapag y en pleno recinto sostuvo que la propuesta de Galuccio y del secretario Legal y Técnico, Luis Zanini, “no es un borrador”, sino “un lobby interno del gobierno nacional”.
GyP “no es una mochila”, subrayó y respecto del carry resumió lo siguiente: “Queremos capitalizarnos para ser operadores, para que no nos roben y no nos subfacturen como lo hace Nación”.
Su primo, el gobernador, ha explicado hasta el hartazgo que la estatal neuquina -nacida en 2008, durante su primera gestión- es una herramienta para la inversión y el desarrollo. No sólo es socia de YPF y de prácticamente la totalidad de las compañías que operan en la provincia, sino que ha traído a estas latitudes a empresas como Wintershall, Total, Shell y Exxon, EOG.
Esto hizo que se hayan invertido 1.000 millones de dólares en exploración, a los que se suman idénticas cantidades para el año en curso y los dos próximos años. “GyP es complementaria, no competidora de YPF, y para poder lograr el objetivo común de desarrollar los hidrocarburos no convencionales estas empresas no deben pretender ser exclusivas ni monopólicas, ya que necesitamos capitales y tecnología de todo el mundo para concretar este anhelo”, sostuvo el gobernador.
La administración Sapag también pugna por una mejora en el precio del petróleo lo que redundaría en mayores regalías. Y en ésta su rival interno y secretario general de gremio petrolero, senador Guillermo Pereyra, está del mismo lado.
Salvo que surja una lista de unidad de la que por el momento no se tienen noticias, estos sectores se enfrentarán en la interna por cargos partidarios, a la que el MPN asistirá el 24 de agosto próximo (y que dicho de paso, se ha enfriado en virtud de este presente).
También salió al ruedo el ministro de Energía, Guillermo Coco quien hace un par de meses encabezó una ronda de concursos de 11 áreas hidrocarburíferas de la provincia de Neuquén, en Houston. Sus palabras fueron en respuesta a aquellos dichos de López Nardone.
Que “YPF no busque un chivo expiatorio en GyP porque no pueden conseguir socios”, dijo y agregó: “Los funcionarios de YPF nunca plantearon a GyP el negocio de Petronas, si es que existe, para conocer si pesa el 10% de carry”.
Unas horas antes el diputado Darío Lucca (emepenista y cercano al ministro) se había presentado al debate legislativo con bandera, camisa y casco de GyP. Obviamente, también la emprendió contra Galuccio: “No vamos a permitir que se trate de restringir a la petrolera estatal”, dijo. Según información oficial, tras la contrapropuesta de los gobernadores Galuccio y el ministro de Planificación, Julio De Vido, se mostraron optimistas respecto de la resolución del conflicto.
Mientras que un sereno pero enérgico Sapag reflexionó en la apacible Taquimilán: los neuquinos “seguiremos siendo fieles defensores de una Nación soberana, pero constituida bajo la base de provincias fuertes, autónomas y federales…”
“No trabajaremos en torres de Babel sino, en contenidos, en calidad de vida de nuestros habitantes y con el debido respeto a todos los poderes, recursos y facultades que poseen los estados provinciales”.
La cuerda se tensó hasta límites que hasta hace sólo algunos meses eran impensados. Y por supuesto, los intendentes tiran para el mismo lado que el gobernador: “Les quieren quitar a las provincias la potestad de manejar sus recursos”, alertó Andrés Méndez, desde la gélida Aluminé.
Nota complete en edición Nº 195 de revista La Tecla Patagonia