11 de noviembre de 2014
VILLA EL CHOCóN
¿Dónde está el dinosaurio?
En una denuncia policial consta que durante la gestión Di Fonzo desparecieron la réplica de un gigantosaurus, un muelle y hasta un tinglado. Es la misma localidad que tiene vecinos fantasmas
Si hay un lugar en el que suceden cosas extrañas, sin dudas es la localidad neuquina de Villa El Chocón, donde no sólo aparecen vecinos fantasmas, sino que también desaparecen dinosaurios. Suena extraño, pero distintos testimonios dan cuenta de que en realidad sería así.
Lo de los fantasmas fue denunciado por habitantes de esa pintoresca villa turística que al repasar el padrón electoral vieron que alguien había domiciliado en sus propios hogares a personas que jamás han visto. Los dedos acusadores apuntan contra el intendente, Nicolás di Fonzo, quien está sospechado de haber contratado a personas que viven en otras ciudades y que sólo aparecen cuando los convoca la responsabilidad cívica de votar.
…Y así como aparecen extraños, desaparecen bienes patrimoniales sobre los que no se tienen noticias. Entre ellos, la réplica de un Giganotosaurus Carolini, de unos 15 metros de longitud por 4,5 de alto.
El despojo quedó plasmado en una denuncia policial que el ex intendente José Luis Mazzone hizo allá por octubre de 2010 y que al parecer no ha arrojado elementos que ayuden a dilucidar el misterio. El dinosaurio era réplica del que hace millones de años reinó en esta zona y cuyos restos fueron descubiertos en junio de 1993. Y la denuncia por “abuso de autoridad” y “mal desempeño de funcionario público” fue contra Di Fonzo y tres concejales.
En su presentación, de la que debería quedar constancia en la Comisaría 42 de esa localidad, Mazzone explica que la réplica le había sido comprada en 50 mil pesos (dólares) al artesano José Luis Gómez, y era una de las atracciones del Museo municipal.
En el pueblo se dice que alguna vez pasó por una escuela, que después lo llevaron quién sabe a dónde, y que así se fue deteriorando. Quizá los traslados, la desidia y el aparente desapego de Di Fonzo por los bienes que son de la ciudad, y en definitiva de los vecinos todos, se convirtieron en un cóctel corrosivo contra la obra de arte.
Los misterios no terminan ahí. Por el contrario, también desapareció la estructura de lo que iba a ser un hangar para la pista de aterrizaje. En la denuncia, Mazzone dice que había sido comprada al Círculo Policial de Chos Malal y que ya no está. Hay quienes arriesgan que quizá haya sido vendida como fierro viejo a un chatarrero de Plottier (localidad cercana a la Villa), pero de haber sido así alguien tendría que explicar qué se hizo con el dinero.
El hecho es que las explicaciones no abundan. Menos ahora que Di Fonzo se anotó en la interna del MPN para ir por otro período al frente de la Municipalidad. Y a propósito de esto, fue acusado de truchar el conteo poblacional con el que la Legislatura le aprobó el cambio de categoría y le habilitó, así, la posibilidad de ir por la re-re (en abierta contradicción contra la Constitución provincial que la prohíbe de plano).
La tercera y enigmática desaparición es la de la estación experimental que transitaba rumbo a la cría de pejerreyes en cautiverio. Dicen que una fundación de la ciudad de Buenos Aires había realizado aportes para adquisición de una jaula y una lancha que -aseguran- no se sabe dónde están. El emprendimiento prometía la generación de puestos de trabajo y el fortalecimiento de los atractivos turísticos, pero -lamentan- la administración Di Fonzo “lo destrozó”.
…Y sigue. Tanto que a la lista se le suma la desaparición lisa y llana del muelle municipal que -tal como lo expuso Mazzone en aquella denuncia policial- le había costado 450 mil pesos al Municipio. Según el ex intendente la decisión de donarle una parte a la Gendarmería Nacional no pasó por el Concejo Deliberante.
De acuerdo a lo que pudo saberse, se trataba de un muelle flotante construido bajo licencia italiana y que había sido adquirido a una empresa de El Tigre, provincia de Buenos Aires. Tenía unos 45 metros de largo por 2,5 de ancho, lo que permitía su uso para la pesca. Era otro de los atractivos que ya no están.
El quinto caso -también denunciado por Mazzone- refiere a la desaparición como por arte de magia del tinglado del Museo de Sitio, que había sido donado por la Jefatura de Gabinete de la Provincia. “Fueron y lo cortaron”, dijo un vecino y prosiguió: “Una lástima, porque ahí los turistas hacían de paleontólogos y limpiaban ese lugar que aparentemente fue un cementerio de dinosaurios”.
Dicen que Mazzone está esperando que la Justicia investigue, o que algún día lo llamen y le digan: “Usted se equivocó”. Pero es difícil que semejante monstruo pueda perderse así porque sí.
Apuntan contra Di Fonzo: Denuncias que se van acumulando
Uno de los bienes patrimoniales de la localidad neuquina de Villa El Chocón, a los que el intendente Nicolás di Fonzo trató con desdén, fue el galpón de servicios públicos. En la denuncia que hizo allá por 2010 -y que no le ha arrojado respuestas- el ex intendente José Luis Mazzone dijo que “fue desarmado” pero no se lo reubicó en ningún lado.
Consideró que por tratarse de un bien público, la decisión de desprenderse tendría que haber pasado por el Concejo Deliberante; y contó que había sido comprado con fondos municipales a la Hidroeléctrica El Chocón.
A estos cuestionamientos a los que podría considerarse de larga data se suman los actuales por el descuido del patrimonio arbóreo, y la supuesta persecución a quienes no comulgan con las políticas del Intendente.
Tal es el nivel de -cómo llamarlo ¿descontrol?- que existe una denuncia contra una alta funcionaria municipal acusada de usurpar la propiedad de un vecino. Dicen que se llama Verónica y que la denuncia ya pasó por varias instancias judiciales.
Mazzo: Aquella disputa por el gigante
Más allá de la réplica, cuya desaparición le endilga al intendente Nicolás di Fonzo, el ex intendente José Luis Mazzone ha tenido disputas por otra réplica del Giganotosaurus Carolini.
Fue cuando desde su entonces condición de jefe comunal de la localidad neuquina de Villa El Chocón le disputó la primera réplica del gigante a su par de Plaza Huincul y ganó, aunque para la resolución del conflicto haya sido necesaria la intevención del Gobernador.
En ese sentido, cabe recordar que fue el 25 de julio de 1993 cuando Rubén Carolini, habitante de esa villa turística, se topó con los huesos fosilizados del que fue el dinosaurio carnívoro más grande del mundo.
De este animal se encontraron más del 70 por ciento de los huesos, algo que no es común en el caso de los dinosaurios carnívoros.
El gigante medía unos 15 metros de largo, pesaba 9.500 kilogramos, y hace entre 100 y 105 millones de años reinaba en lo que hoy es la provincia de Neuquén. Los dientes medían unos 15 centímetros.
“El Nico”: A la interna, con la mira en la re-re
Durante los últimos meses, la localidad neuquina de Villa El Chocón fue epicentro de un verdadero escándalo. Todo comenzó cuando se supo que el intendente, Nicolás di Fonzo, habría truchado el conteo poblacional, para inflar la cantidad de habitantes y lograr que la Legislatura le aprobara el cambio de categoría al municipio.
Los diputados lo hicieron entre gallos y medianoche. Lo aprobaron horas antes del cierre de listas para la interna del MPN (que va a las urnas el 30 de este mes) y se consumó el aparente engaño al espíritu constitucional: El Chocón pasó a ser municipio de segunda categoría, y “el Nico” -como le dicen- se anotó para lo que en la práctica sería el camino a la re-re, figura expresamente prohibida.
De nada sirvieron las denuncias sobre el acarreo de vecinos domiciliados en El Chocón pero que residen en otras localidades, y a los que se les habría asegurado un contrato, siempre y cuando concurran a votar. Los diputados lo aprobaron igual.
Después las sospechas se alimentaron con la denuncia de Gilberto Cerda y Delia Sanhueza (matrimonio), en cuyo domicilio (casa D300) también figura una tal Lidia C. (300D) a la que ni siquiera conocen.
Tal como publicó La Tecla Patagonia hace sólo agunas semanas, ellos viven ahí desde el ’95 y se da por acreditado que hasta los últimos comicios también figuraba una tal Felicidad C., a quien tampoco conocen y que en el nuevo padrón aparece como residente del pabellón 2 habitación 6.
Nota completa en edición Nº 215 de revista La Tecla Patagonia