23 de junio de 2025
CAMINO A OCTUBRE
"Que se rompa, pero que no se doble": la UCR de Santa Cruz al borde del colapso
Mientras el sector de Fabián Leguizamón insiste en la alianza con el oficialismo, Roxana Reyes y Daniela D'Amico -cada una por su lado- rechazan "doblegar los principios". Denuncias cruzadas, documentos sustraídos y una interna que dejó al descubierto las tensiones en el centenario partido marcan el rumbo hacia las legislativas nacionales

La histórica máxima radical, acuñada por Leandro N. Alem, de "que se rompa, pero que no se doble" cobra dramática actualidad en Santa Cruz, donde la UCR enfrenta su crisis más profunda en décadas. El reciente escándalo por la sustracción de documentos durante la interna legislativa -que terminó con denuncias penales entre correligionarios- es sólo la punta del iceberg de un partido fracturado entre quienes aceptaron aliarse con el frente del oficialismo, nucleado en SER, y quienes se niegan a "avalar prácticas contrarias a la ética radical".
El punto de no retorno se produjo en la noche del domingo, cuando Roger Ojeda, presidente de la Junta Electoral partidaria y cercano a la concejal Daniela D'Amico, abandonó el comité provincial con las actas de las dos listas en disputa. Su argumento -que los avales de la lista "Soluciones" (oficialista) incluían irregularidades- fue tildado de "maniobra desesperada" por el vicegobernador Fabián Leguizamón, que impulsa la candidatura de Gisella Martínez. La situación derivó en una exposición policial y dejó al descubierto la falta de diálogo entre sectores que, más allá de coincidir en críticas al acuerdo con el oficialismo provincial, no marchan unidos: mientras D'Amico apuesta a una salida confrontativa, Roxana Reyes optó por el distanciamiento sin ruptura.
La raíz del conflicto se remonta a la convención del 15 de junio, cuando por apenas 16 votos contra 14 se aprobó integrar el Frente "Por Santa Cruz". Para Reyes -quien confirmó que no será candidata- esta decisión "traiciona los principios radicales" al incluir a figuras cuestionadas como Fernando Españon. D'Amico, por su parte, fue más lejos: "Prefiero volver a ejercer la abogacía antes que avalar esto", disparó en declaraciones radiales, dejando entrever que su sector podría competir por fuera de la UCR.
Mientras tanto, el oficialismo partidario insiste en que la alianza es el único camino para ganar espacios: "Queremos renovar sin perder identidad", afirmó Martínez, una abogada de 35 años sin experiencia legislativa que deberá convencer a una militancia desencantada. Con las legislativas de octubre en el horizonte, el radicalismo santacruceño parece haber elegido el camino de "romperse" antes que doblegarse -como reza su viejo lema-, aunque a un costo que podría marginarlo de la contienda electoral. La Justicia, ahora investigando las denuncias cruzadas, tendrá la última palabra sobre la validez de un proceso que ya dejó heridas difíciles de sanar.