6 de mayo de 2025
CONFLICTO TERRITORIAL
Juicio a la Winkul: los acusados se defendieron y se acerca el veredicto
Cinco de los seis imputados por el delito de usurpación en la zona de Mascardi prestaron declaración indagatoria y denunciaron los "atropellos" sufridos por parte del Estado el día del desalojo y durante su detención. Este viernes comienzan los alegatos y el veredicto está previsto para el 26 de mayo

En una nueva audiencia del juicio contra integrantes de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu acusados de usurpación en la zona de Mascardi, cinco de los seis imputados prestaron declaración indagatoria ante el juez Alejandro Silva.
En la audiencia realizada ayer, fueron indagadas Luciana Jaramillo, Romina Rosas, Matías Santana, Celeste Güenumil y la machi (autoridad espiritual) de la comunidad, Betiana Colhuan. En tanto, Jésica Bonnefoi se negó a declarar.
En el juicio que comenzó en febrero de este año se investiga la ocupación que la lof inició en 2017 en un predio de Parques Nacionales y en otros dos predios contiguos conocidos como Los Radales y La Escondida.
Las acusadas hicieron alusión a la hostilidad de las fuerzas de seguridad durante los cinco años que permanecieron en Mascardi y relataron el desalojo dispuesto en octubre de 2022 por la entonces jueza Silvina Domínguez para cesar con la ocupación.
En sus declaraciones, se limitaron a responder solo las preguntas de sus defensores –Laura Taffetani, Eduardo Soares y Gustavo Franquet- y se presentaron como “presos políticos”. En ese sentido, emitieron fuertes críticas hacia “el Estado”, al que acusaron de diversos “atropellos”.
En el caso de Rosas, que cursaba un embarazo a término cuando fue detenida, dio detalles del parto, días después, en el hospital zonal. Betiana Colhuan, la machi, recordó cómo fue el accionar de los efectivos de seguridad que irrumpieron en el territorio aquella mañana de 2022, encapuchados, lanzando gases y “a los tiros”, y que la obligaron a tirarse al suelo pese a que se encontraba con su su bebé de cuatro meses.
Jaramillo amplió que sufrieron grave maltrato “físico y psicológico” en la detención, en los traslados y el alojamiento durante los primeros días en la cárcel de Ezeiza, hasta que fueron devueltas a Bariloche.
“Nuestro pueblo está sometido, pero está más vivo que nunca”, afirmó Jaramillo, “ojalá la sociedad no mapuche lo viera así”, indicó. En tanto, Colhuan denunció que son “víctimas de la avanzada genocida que inició Roca” y habló en defensa de su “rehue”, el lugar donde llevan adelante las ceremonias. “Tenemos derechos como pueblo preexistente”, agregó y consideró que “Para la policía y para el gobierno no somos gente”.
También dejó entrever que en algún momento recibieron otro tipo de propuestas, que se apuraron a rechazar. “Nos ofrecieron plata, pero no estamos en venta”, aseguró.
Matías Santana, que también declaró en la audiencia de ayer, se refirió a su situación particular. Él estuvo prófugo varios meses y fue detenido en febrero de 2024. “Anduve en marchas, hice notas, pero cuando me detienen me declaran en rebeldía, por presión de los grupos racistas y supremacistas como Consenso Bariloche”, acusó.
Dijo que están hoy “sentados en el banquillo” por ejercer un derecho “que es justo”. Señaló que son “pobres” y enfrentan dificultades para subsistir en el medio urbano y aseguró que “no vengo acá a pedir favores, sino a que entiendan que el choque de culturas que se está dando, y si no se atienden los derechos, este banquillo va a estar sobrepasado de mapuches. Porque el conflicto no va a terminar”.
Los mensajes de los imputados insistieron en el derecho que reivindica la comunidad mapuche a recuperar esos espacios y “desarrollarse como pueblo”.
El juicio continuará el próximo viernes, con el inicio de los alegatos, que serán con límite de tiempo. En tanto, el 26 de mayo están previstas las réplicas, dúplicas y las palabras finales de los imputados. La intención de Silva es dar el veredicto ese mismo día o, a lo sumo, el martes 27.